En el interior de Australia, en el área popularmente conocida como “Outback”, existe una pequeña comunidad llamada Yaraka, al sur de Longreach, ubicada a 13 horas conduciendo de Brisbane, la capital de Queensland. Yaraka es una comunidad de no más de 20 habitantes.
El Outback se encuentra en el interior de Australia, y se le denomina así a cualquier área interior alejada de grandes centros de población. En general, el término se aplica a las áreas interiores semiáridas del este de Australia y al centro árido de la meseta occidental y las llanuras semiáridas del norte (en Australia occidental) donde los cuerpos acuíferos están dispersos y frecuentemente están secos. Las cadenas montañosas MacDonnell, Musgrave y Petermann y cuatro desiertos principales (Gibson, Great Sandy, Great Victoria y Tanami) se encuentran en esta región, donde también podemos encontrar la roca sagrada Uluru.
El término outback se ha usado por más de doscientos años y tiene muchos compuestos y derivados, como «back of Bourke«, «back of beyond», «back country» y «backblocks», “never never”, “woop woop”, “back o’Burke” o “beyond the black stump”. Los términos con significado similar incluyen «el arbusto» y «nunca-nunca» (en inglés).
Desde mediados de la década de 1870, el ganado se ha criado en la escasa vegetación del extremo norte y, a partir de fines del siglo XIX, las ovejas se mantuvieron en grandes propiedades llamadas “estaciones”. Esta actividad pastoral continúa en el Outback junto con la extracción de ópalo y la producción menor de gas natural y petróleo.
El Outback ha sido inmortalizado en películas y canciones, la más famosa canción es Waltzing Matilda (“Matilda que baila el vals”) escrito por Banjo Paterson (abajo en el billete de diez dólares australiano) en donde habla del “Billabong” (un pequeño lago de un meandro abandonado) quien trabajo en la revista The Lone Hand con sus amigos el escritor Sir Frank Fox y el artista Norman Lindsay (el sujeto de la película Sirens de Elle McPherson y Hugh Grant).
También hicieron dos películas Crocodile Dundee, sobre las aventuras de un residente ficticio del Outback quien en la historia fue invitado por un periódico para visitar Nueva York (en su primer viaje fuera de su pueblo remoto).
Todavía existe el pub donde tomaba Dundee, en el Walkabout Creek Hotel, in McKinlay, Queensland, que es a 6 horas de Yaraka.
Las estaciones proporcionan suministros para las necesidades económicas básicas de la población en Outback donde se envían suministros desde las ciudades. El Royal Flying Doctor Service (Servicio Médico Aéreo de la Realeza, por su traducción literal del inglés) brinda asistencia médica a personas en el Outback, y las escuelas de correspondencia del aire instruyen a los alumnos utilizando equipos de radio y televisión bidireccionales.
Así como sus divertidos y variados nombres, en el Outback pasan cosas muy variadas y curiosas, y Yaraka no es la excepción.
Su comunidad está dividida entre humanos y emús. Es común encontrar emús en todo el Outback, e incluso estos se han convertido en parte importante del desarrollo turístico de esta comunidad, la cual es el hogar de los aborígenes con sus bonitas pinturas de puntos, didgeridoos, conocimiento y espiritualidad milenario.
El didgeridoo es un instrumento musical sagrado con una historia de mas de 4.000 años y se toca usando una técnica de respiración llamada respiración circular.
Como no es inusual encontrar emús en estos pueblos y zonas de Australia, la historia que protagonizan 2 miembros de esta especie, habitantes de Yaraka, es bastante curiosa puesto que, debido a su comportamiento, muchos internautas ahora buscan más información de estas particulares aves.
Son incluso tan famosos que algunos turistas visitan Yaraka con la única intención de tener la oportunidad de toparse con estos emús. Lo cual no debe sorprender puesto que la gente suele sentirse atraída a este tipo de comportamiento “inusual” en algunos animales.
Dos de los miembros más notables y queridos de la comunidad en Yaraka son Kevin y Carol, los únicos emús que quedaron después de ser parte de un grupo de nueve que nacieron en 2018. De los otros siete no se conoce su paradero, se presume que bien, pudieron haberse alejado hacia otras comunidades o haber sido atropellados en la carretera.
Kevin y Carol han recibido el amor y cuidados de la comunidad, que los ha visto crecer por encima de los dos metros, sin embargo, los miembros de la comunidad han tenido que ejercer medidas en contra del par de emús, debido a su mal comportamiento.
Uno de los lugares más frecuentados por los emús en Yaraka, era el hotel que recibe el mismo nombre, sin embargo, sus dueños, Gerry Gimblet y su esposo Chris no tuvieron más opción que prohibir la entrada de los emús al establecimiento, a través de un edicto que, luego de ser aprobado por las autoridades, publicaron a la entrada del hotel, así como un sistema de cuerdas.
Entre los argumentos que Gimblet, quien asumió las riendas del hotel luego de una larga carrera como docente, plantea para justificar la medida, se encuentran múltiples robos cometidos por los animales a las pertenencias de los huéspedes, sobre todo cuando se trata de alimentos. En una de sus entrevistas para el medio de comunicación Guardian Australia, Gimblet comentaba incluso que los animales solían meter la cabeza para robarse los panes recién salidos de la tostadora, lo cual se tornó molesto para huéspedes y personal a cargo del hotel.
Y aunque los robos constantes suenan bastante molestos, esto no es lo más grave, según los administradores del establecimiento, la razón principal por la cual decidieron interponer la acción jurídica y luego instalar los dispositivos para evitar la entrada de Kevin y Carol al hotel, eran los fétidos desechos de los animales, quienes solían suplir sus necesidades fisiológicas dentro de las instalaciones del hotel, y sus residuos eran enormes, de muy mal olor y dejaban manchas imposibles de remover para el personal de limpieza.
Dadas las circunstancias, la pareja se vio en la obligación de instalar una barrera, hecha de cuerda, para impedir la entrada de estos inconvenientes visitantes a su establecimiento. Toda esta situación ha resultado bastante cómica y ha llamado la atención de autoridades, medios de comunicación y hasta personajes de la política australiana, como el ministro de agricultura y subdirector nacional, David Littleproud, quien, al visitar las instalaciones se encontró con el aviso que vetaba a Kevin y Carol, y pensó que la comunidad le jugaba una broma, luego incluso publicó fotografías con una de las aves.
Afortunadamente, los emús siguen siendo un atractivo turístico de la comunidad y el hecho de no poder ingresar al hotel no ha hecho que disminuya el número de visitantes, ni las ganancias percibidas por el mismo.
Es importante resaltar de igual modo que a pesar de que los emús están vetados y tienen una conducta algo agresiva, no han recibido una reacción negativa por parte de los dueños del pub. Es común ver como algunas personas toman represalias en contra de animales silvestres que irrumpen en zonas residenciales, ya sea poniendo trampas o atacándolos, sin embargo, los dueños del pub solo tomaron la medida de vetarlos por la suciedad que generan. Al ver a los dueños en entrevistas, es claro que le tienen mucho cariño a Kevin y Carol puesto que su conducta errática y lo sucios que son llama la atención de muchos y eso se traduce en más ventas para el pub y mejorar la economía de Yaraka en general.
Aunque sí se analiza a fondo, el comportamiento de estas aves no es diferente al de cualquier otro animal silvestre, la particularidad de que hayan sido vetados por no querer adaptarse a las normas domésticas de los otros emús que de vez en cuando visitan el pub, y que también sirven de atracción para este, es la razón principal por los que muchos ya le han tomado cariño a estas grandes y populares aves.
En resumen, aunque ya los emús no son huéspedes del hotel el Outback es sin duda un lugar mágico para visitar, con paisajes rojizos inolvidables es un destino imperdible de cualquier itinerario australiano.