La reina Isabel II lleva ostentando su puesto de monarca del Reino Unido y la mancomunidad de naciones durante más de 60 años y es sin duda alguna una de las personas más ricas y poderosas del mundo. Por derecho real le corresponde el legado que han acumulado los miembros de la familia real durante siglos y siglos de hegemonía económica y control comercial. Y es que ser reina de lo que fue el mayor imperio de la humanidad no es poca cosa, entre sus pertenencias se encuentran, como cabe esperar, una buena cantidad de propiedades e inmuebles que parecen de película; lo que incluye castillos medievales gigantescos, casas de campo de gran extensión, jardines de ensueño y un sinfín de regalos y artículos de la más diversa factura provenientes de todos los lugares del mundo.
A continuación, vamos a hacer un repaso por algunos de estos extraordinarios lugares que son propiedad de la reina Isabel, donde ella y el Duque de Edimburgo viven, pero que aparte, se encuentran abiertos al público para que cualquier persona pueda visitar y presenciar de primera mano la forma en la que vive y ha vivido la realeza británica durante los últimos siglos.
Palacio de Buckingham
Vamos a comenzar nuestro recorrido por el icónico Palacio de Buckingham, esta increíble construcción de más de 300 años de antigüedad ha sido la residencia oficial de los reyes británicos desde 1837 y hoy es un emblema para los ingleses. Seguramente es el palacio en funcionamiento más famoso del mundo y en sus 775 habitaciones han pasado diversas personalidades relevantes para la historia de la humanidad.
El palacio ha pasado por una serie de modificaciones a lo largo de los siglos para convertirse en la estructura que vemos hoy en día. La construcción inicial fue hecha en 1703 y fue adquirida por Jorge III para su esposa la Reina Carlota en 1761. En 1826, por deseo del Rey Jorge IV, se decide transformar lo que hasta ahora era una mansión en un verdadero palacio real. El arquitecto John Nash, a cargo de la obra, mantuvo el bloque principal, pero agregó nuevas salas y reformó la fachada en el estilo neoclásico francés que estaba de moda en aquel entonces.
De esta época son las alas norte y sur, y el Marble Arch, el gran arco triunfal que conmemora las victorias británicas en Trafalgar y Waterloo. En 1913 se realizó la última gran remodelación del palacio, cuando se cambió el diseño y revestimiento de la fachada y se estableció el famoso balcón desde donde saluda la familia real.
Como se comentaba al inicio, el imperio británico fue uno de los más grandes y poderosos del mundo y es en el palacio donde se han conservado muchos tesoros y obras recolectadas a lo largo del tiempo. La colección de arte del Palacio de Buckingham es una de las más grandes del mundo. La Galería de la Reina fue construida hace cuarenta años, sobre las ruinas de lo que fuera la capilla privada, que resultó destruida en la guerra. Sin ser un museo, el palacio mantiene exhibiciones continuamente para el público en general y su catálogo es uno de los más grandes y exclusivos del mundo.
Además de ser la residencia de la Reina Isabel II y el Duque de Edimburgo, es el lugar de trabajo de cientos de personas y reúne anualmente en sus salas y jardines miles de personas en diferentes eventos y ceremonias. Además, es allí donde casi diariamente a las 11 de la mañana en punto se realiza el famoso cambio de guardia, una ceremonia que cualquier turista no puede perderse.
Castillo de Windsor
Este castillo ubicado en Windsor, en el condado de Berkshire, es la residencia oficial de fin de semana de la Reina Isabel.
Con más de 900 años, es un lugar increíble y con mucha historia, de hecho, este castillo erigido por Guillermo I de Inglaterra, mejor conocido como Guillermo el Conquistador, es el castillo más antiguo y más grande del mundo que sigue aún habitado, y tiene el honor de haber albergado a nada más y nada menos que a 40 monarcas a lo largo de los años.
El castillo es un lugar extenso, ocupa más de 5 hectáreas y combina elementos de fortificación, palacio y pueblo pequeño. Su arquitectura lo hace único, allí podemos observar cómo se combinan diferentes elementos de varias épocas lo cual lo hace único entre su clase. El estilo georgiano se mezcla con lo victoriano, lo medieval y lo gótico. Sin duda es un lugar salido de otra realidad único en su clase.
El castillo tiene zonas y áreas abiertas al público. Algunos de los lugares que más interés despiertan entre los visitantes son la Casa de muñecas de la Reina María, la Biblioteca Real o el departamento de la Monarquía británica que se ocupa de la conservación de las colecciones reales: entre sus bienes se pueden encontrar obras de Leonardo da Vinci o de Miguel Ángel.
Otros lugares para visitar en Windsor:
La Capilla de San Jorge
Esta hermosa construcción gótica, es famosa por albergar los restos mortales de numerosos reyes y miembros de la familia real británica; entre ellos, Enrique VIII, Jorge VI, la princesa Margarita y la reina madre, incluso guarda un fragmento de la santa cruz. Además de ser un lugar sagrado, también es la capilla de la Orden de la Jarretera, la Orden de caballería más importante y antigua de todo el Reino Unido.
Está dedicada a san Jorge, san Eduardo el Confesor y la Virgen María. Es totalmente independiente y no recibe dinero alguno de la iglesia o el estado.
El Gran Paseo
Carlos III creó el Gran Paseo de tres millas, aproximadamente 5 kilómetros, rodeado de árboles desde el Castillo hasta llegar a Great Park. El variado paisaje y los extensos pastos de ciervos, bosques, refugios e inmensos y antiguos robles hacen del parque un entorno vivo rebosante de vida salvaje, lo que lo convierte en un plan perfecto para caminar y disfrutar de la naturaleza.
Palacio de Holyrood
El palacio de Holyrood ha sido la residencia de los reyes de Escocia desde el siglo XV y es en la actualidad la residencia oficial de la Reina Isabel II en Escocia. Este castillo guarda en su interior historias de amor, traiciones, asesinatos y complots.
El palacio es el reflejo de gran parte de la historia de Escocia y sin duda alguna representa uno de los logros más destacados de la arquitectura clásica. El lugar primero alojó la abadía fundada en 1128, hasta que en el siglo XV pasó de ser una casa de invitados a convertirse en alojamiento real, después de eso se inició oficialmente la construcción del castillo como tal.
Una de las estancias más impresionantes es el salón del trono, lugar que aún es utilizado para recepciones oficiales. Es un salón lleno de majestuosidad, cubierto de cuadros y decoración clásica. En esta área del palacio se llevan a cabo las comidas oficiales de las damas y los caballeros de la Orden de Cardo, honor que la reina Isabel II está encargada de otorgar.
De todas las habitaciones del palacio una de las más destacadas es la recamara que perteneció a María Estuardo, la reina preferida por los escoceses.
La galería de arte es una estancia amplia muy famosa del palacio, abierta al público donde se puede contemplar numerosos retratos de monarcas. Un total de 96 reyes escoceses decoran las paredes de la estancia.
Abadía de Holyrood
Aparte del valor que tiene el palacio como tal, las ruinas de la abadía de Holyrood, ubicadas también en el palacio, dan cuenta de la historia de una forma muy particular. Visitar las ruinas es transportarse a otro tiempo, una época llena de caballeros, reyes, conquistas y en la que la arquitectura se conectaba directamente con el poder divino.
Existen varias leyendas relacionadas a la creación de esta abadía, todas comienza de la misma manera, en 1127, mientras el rey David I de Escocia cazaba cerca de este lugar, un enorme ciervo estuvo a punto de atacarlo, se dice que entre la cornamenta del animal apareció una cruz resplandeciente, aunque otros afirman que en las manos del rey apareció un crucifijo que le permitió defenderse, y otra versión habla de dos hermanos, los Crawford, quienes defendieron al rey. Sea como fuere, el rey pudo huir y como agradecimiento por haber salido a salvo, fundó en 1128 la Holyrood Abbey, que traduce la abadía ‘de la cruz sagrada’ como referencia a la cruz resplandeciente que salvo al rey.
La abadía presenció numerosas uniones, coronaciones o ceremonias de sepultura de la realeza del lugar, sin embargo, fue azotada en diferentes ocasiones por múltiples ataques, hasta que en 1768 el techo colapso y desde aquel momento ha quedado en ruinas.
Castillo de Balmoral
Ubicado en las Tierras Altas de Escocia, Balmoral es la casa de verano de la familia real británica, y según muchas fuentes es el lugar favorito de la reina Isabel II, allí ha pasado todos los veranos de su vida y es donde se siente más a gusto por la sensación de libertad que desprende el lugar. De finales de julio a principios de octubre aproximadamente, el duque de Edimburgo y ella se retiran a esta enorme finca mientras el resto de la familia viene y va, e intentan vivir una vida normal en la medida de lo posible.
Es en Balmoral donde la familia real se siente más a gusto, tienen una vida más relajada, y todo la etiqueta y rigidez propia del palacio oficial dan paso a un ambiente de tranquilidad y contemplación, paseos en los alrededores, picnics y otras actividades al aire libre.
Sandringham House
Sandringham House ya ha alojado a cuatro generaciones de reyes, ubicada cerca del pueblo de Sandringham en Norfolk, Inglaterra, y con más de 32km cuadrados y 8.000 hectáreas, es una de las casas favoritas y más íntimas de la reina Isabel II y de la familia real en general.
Ha sido un lugar de reunión para la familia real desde varias generaciones, incluso en la actualidad es allí donde comporten la celebración de año nuevo.
Castillo de Hillsborough
El Castillo de Hillsborough, que se encuentra en el pueblo de Hillsborough, Condado de Down, en Irlanda del Norte, no se puede considerar un castillo en toda la extensión de la palabra, más bien se trata de una mansión georgiana, construida en el siglo 18 para la familia Hill, Marqueses de Downshire, quienes fueron sus propietarios hasta 1922, año en el que es vendida al gobierno británico.
El castillo es la residencia de oficiales del gobierno de Irlanda del Norte, así como la del Secretario de Estado para Irlanda del Norte, y el lugar de hospedaje para importantes personalidades del mundo. Este es el lugar donde descansa la familia real cuando visitan Irlanda del Norte.
La mansión desprende historia y belleza en cada una de sus áreas. El Salón de estado, el Estudio de Lady Grey, el Comedor de estado, y sus hermosos jardines son dignos de visitar y admirar.