Cuando hablamos de estudiar en el extranjero, sabemos que Estados Unidos es uno de los destinos más populares no solo para estudiar un pregrado, sino también para tener una inmersión en inglés. Esto se debe a que a pesar de que los programas son buenos, el interés principal de muchos es tener una inmersión tan profunda, de tal manera que les permita aprender inglés al mismo tiempo que estudian su pregrado. Todo esto se puede dar gracias a las oportunidades que ofrecen las universidades de Estados Unidos.
los requisitos para ingresar a una universidad no son universales así que se debe consultar cada caso específico por aparte
Estudiar en el exterior siempre es una buena posibilidad cuando buscamos mejorar nuestro perfil profesional. A veces otras universidades ofrecen un mejor programa que los que tenemos a nivel local. O incluso a veces simplemente queremos cambiar de ambiente, salir de nuestra zona de confort, enfrentar al mundo solos, aprender un nuevo idioma, etc. Cualquiera que sea la razón. Estudiar en el exterior siempre es una buena opción. En este artículo queremos abordar varios consejos que hay que tener en cuenta a la hora de estudiar en el exterior, más específicamente, en los Estados Unidos.
Dónde vamos a estudiar
Lo primero que debemos saber es dónde vamos a estudiar, aunque la idea nos asuste un poco, o nos desanime el hecho de que estudiar en el extranjero es lógicamente costoso, en realidad no lo es. Si hacemos un cálculo de costo/tiempo, es decir, el tiempo de clases que pagamos por las horas de clase que recibimos, notaremos que en realidad esta relación es mucho más barata que en otros países. Existen también distintas becas a las que se puede aplicar, para aplicar generalmente se nos muestra el precio total del programa el cual incluye vivienda y alimentación.
Cómo encontrar las universidades
Una vez tenemos definido un presupuesto, debemos, como mencionamos anteriormente, buscar un lugar dónde estudiar, existen distintas plataformas que nos pueden ayudar con esta tarea. Para empezar a buscar, por ejemplo, podemos hacer uso de páginas web como College Board. Este portal tiene varios filtros como la ubicación de la universidad, la dificultad de admisión, entre otros factores. Es mejor estar preparados de antemano. Existen un sinfín de posibilidades a la hora de aplicar, así como un sinfín de resultados una vez hayamos aplicado. El punto es que entre más precisa sea nuestra búsqueda más posibilidades tendremos de tener éxito en nuestra aplicación.
Aplicar a distintas universidades por factores como renombre (por ejemplo, las universidades “Ivy League” en español “Liga de la hiedra”) o descarte puede traernos frustración a futuro. Estas universidades “Ivy League” suelen ser las más populares o antiguas y las más llamativas puesto que ofrecen carreras a futuro muy exitosas, sin embargo, son las más costosas y sus procesos de admisión son los más difíciles. Como lo dijimos antes, lo más importante es encontrar la universidad que más se adapte a nosotros.
Factores a tener en cuenta a la hora de elegir la universidad
Otros factores a tener en cuenta son: el tipo de universidad a la que aplicaremos, esta puede ser privada o pública, la ubicación de la misma; puede que el invierno no sea lo que queramos si en realidad disfrutamos más de los climas calientes. Este último factor es importante a tener en cuenta porque, aunque no lo parezca el clima influye mucho en nuestro estado de ánimo y en cómo nos sentiremos durante el tiempo que duremos estudiando. También debemos recordar qué tipo de pedagogía tiene la universidad, si son clases prácticas o más bien magistrales. Y por último qué actividades ofrece la universidad, si somos estudiantes que disfrutamos de clubes de teatro o poesía, no sería bueno entrar a una universidad enfocada en proporcionar actividades de deportes como el baseball o el fútbol. Lo que no debemos tener muy en cuenta, por irónico que parezca, es el nombre. En general todas las universidades de Estados Unidos son buenas. Algunas más que otras, pero más allá de eso, algunas pueden tener un perfil que se ajuste a nuestras necesidades más que otras. Todo se basa en buscar qué es lo mejor para nosotros y qué es lo que queremos en realidad.
Honestidad en la aplicación
Cuando apliquemos al igual que en cualquier aspecto de nuestras vidas, debemos ser honestos. El clima es un factor muy importante a la hora de tener en cuenta. A la universidad no le gustaría tener un estudiante que desertó porque no se pudo adaptar al clima frío de la zona donde esta esté ubicada. Otro factor es el tipo de ubicación: Puede que nos digan que la universidad se encuentra en una zona rural y debemos preguntarnos: ¿Estoy bien estudiando en una zona rural? O por lo contrario ¿Me agradaría estudiar en una zona urbana? Estos son factores importantes que, aunque parezcan carecer de relevancia debido a la emoción de irnos a otro país pueden ser razones de gran peso, que no se ven como tal al principio, para desertar.
Ser consciente de los cambios que tendremos que enfrentar
Por ejemplo, la emoción de ir a otro país parecerá nos hará ver todo perfecto, pero si no nos podemos adaptar a las ubicaciones a las que iremos o si no sabemos en realidad qué queremos lograr en la universidad, todo esto desde el principio, todo el asunto se volverá como la analogía de la botella de agua. Esta analogía dice que si sostenemos una botella de agua con nuestro brazo recto horizontalmente durante 5 segundos no habrá problema, pero si lo hacemos durante más tiempo empezará a cansar, y luego de una hora será imposible tal vez sostener la botella. Es irónico puesto que la botella no cambia de peso o de forma, lo único que cambia es que el tiempo avanza. Lo mismo sucede con estas decisiones puede que al principio no nos afecte un poco de calor, pero tal vez luego de unos meses sea algo que nos deje totalmente aburridos. Es por eso que hay que analizar muy bien todas estas posibilidades antes de tomar cualquier decisión.
¿Y qué pasa si cambiamos de opinión?
Es importante recordar la flexibilidad del sistema educativo en los Estados Unidos. Esto se debe a que ofrecen la posibilidad de cambiar de carreras, o de universidad sin mayor problema o costos adicionales. Simplemente se hace una transferencia de créditos y ya está: un nuevo comienzo. Es importante resaltar esto porque existen países en dónde es complicado cambiar de carrera y mucho más de universidad, en la mayoría de los casos debemos empezar todo desde cero. Y es algo que no es bueno, es decir, nuestra mentalidad puede cambiar mucho desde que tenemos 17 años a cuando cumplimos 22. Puede que a los 17 nos gustaran las leyes, pero luego a los 20 descubrimos que en realidad lo nuestro es más por el lado de los números y la ingeniería. Pues bien, en las universidades de Estados Unidos podremos re enfocar nuestro proyecto profesional sin mayor complicación.
Tener nuestras metas y propósitos claros
Es importante tener en cuenta qué queremos lograr para nuestro futuro, ¿queremos ser líderes o empleados? ¿Queremos ser uno más en la muy larga fila de algún empleo que existe hace siglos o queremos trabajar en un empleo que ni si quiera existe aún? El mundo cambia, y día a día evoluciona. Existen muchos empleos que en unos diez años dejarán de existir o por lo contrario aún no existen empleos que en diez años serán los más buscados por las empresas. También debemos recordar que podemos volvernos líderes a futuro, crear nuestras propias empresas y generar empleo a otras personas que lo necesiten. Todo esto se basa en algo muy básico y es el enfoque.
Si estamos enfocados en lo que queremos lograr y sabemos hacia dónde vamos, todos los obstáculos y premios que lleguen a nuestras vidas tendrán un proceso fluido y de avance. No nos estancaremos en una dificultad y sabremos aprovechar las recompensas si nos mantenemos enfocados. Así que, si contemplamos la posibilidad de viajar y estudiar en el exterior, y más específicamente en Estados Unidos, y, claramente, si tenemos las herramientas y medios, al igual que saber buscar las oportunidades, no debemos dudar en tomar el riesgo e ir a estudiar. Luego de muchos años tendremos muchas oportunidades por habernos graduado de una universidad de los Estados Unidos y tal vez incluso todo nuestro futuro se base en esa pequeña, pero muy relevante decisión.
Puntajes estandarizados
Para poder tener una idea del desempeño de los estudiantes en sus países de origen, se usan unos puntajes estandarizados que permiten, de manera aproximada, predecir el rendimiento que tendrán los estudiantes una vez hayan iniciado el programa. Estos puntajes también sirven para realizar comparativas o tener una idea de cómo fue el proceso académico de los estudiantes, puesto que la manera de evaluación varía según el país.
Esto se debe a que en Estados Unidos no existen un examen establecido por el gobierno que garantice la admisión a una universidad. Las universidades aplican exámenes y otros requisitos que varían según lo considere la universidad para así declarar que estudiantes es apto para ingresar a la misma. Es por la falta de este estándar que el puntaje juega un papel importante porque, claramente existen universidades que tienen más requisitos que otras.
El examen no tiene una validez específica en términos de tiempo, sin embargo, las universidades admiten exámenes que fueron tomados de 12 a 18 meses antes de la aplicación. Existen distintas herramientas que pueden ayudar a los estudiantes a prepararse para dicho examen, al igual que páginas web, libros o la ayuda de tutores.
Como es de esperarse, tener la habilidad de comunicarse en inglés es un requisito básico para poder aplicar a una universidad en los Estados Unidos. Para poder certificar el conocimiento de inglés se debe tomar un examen oficial que pruebe que el estudiante domina la lengua en sus distintas habilidades (Hablar, Escuchar, Escribir, Leer). Los exámenes más comunes son Test of English as a Foreign Language (TOEFL), International English Language Testing System (IELTS), Michigan English Language Assessment Battery (MELAB), y Pearson Test of English (PTE).
Como se mencionó anteriormente, los requisitos para ingresar a una universidad no son universales así que se debe consultar cada caso específico por aparte, es decir, se debe consultar cada universidad y sus requisitos, pues estos generalmente no son iguales incluso en universidades que se encuentren en la misma área. Por ende, es bueno investigar que exámenes son necesarios para la universidad a la que se quiere aplicar.
Existen dos tipos de exámenes que evalúan al aspirante. El ACT es un examen con preguntas de respuesta de selección múltiple con la posibilidad de un ensayo al final. El otro es el SAT, que evalúa lectura crítica, matemáticas, y se enfoca más en el conocimiento en áreas específicas. Es relativamente nuevo y empezó a aplicarse desde 2016.